Para la transformación de la plaza en una isla selvática transitable de 58 m2, se utilizaron más 200 plantas tropicales de unas 36 variedades diferentes de arbustos y flores exóticas. Dada la fragilidad de este tipo de planta, la mayor dificultad radicó en trabajar dentro de un entorno totalmente opuesto a su naturaleza donde la falta de agua y el cemento, es la característica dominante.