
"La pregunta entonces era de cajón. ¿Con qué pintas va a aparecer el nota? El recinto improvisado para el sucedáneo de rueda de prensa se había ubicado en Las Ventas, así que la primera intuición era inmediata. Bruno en traje de luces y con el descaro por montera. Error.
Bruno se disfrazó de toro, con sus cuernos y sus pezuñas en manos y pies. Ah, ¿por qué no lo habían inventado antes? Pero si algo destacaba en el atrezzo era su doble ración de rabo. Sí, han leído bien, doble: sendos colgajos en proa y en popa. La falta de complejos es el primer mandamiento del humorista."
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